He aquí la empresa “Mentes Lúcidas”, leamos una de sus historias: El otro día en la reunión de dirección de los lunes por la mañana, esa para empezar la semana donde establecemos las tareas para la misma, revisamos también una vez al mes nuestras estrategias de marketing y ventas a medio y largo plazo.
Y cómo no, siempre surgen cuestiones varias fuera de la agenda. Pues resulta, que nos dimos cuenta de que si tuviéramos nuestra página web traducida a algún que otro idioma extranjero, podrían aumentar nuestras ventas o, al menos, nuestra web corporativa empezaría a posicionarse fuera del mercado local en los buscadores web tales como Google, Bing y Yahoo!, mediante el posicionamiento en motores de búsqueda, el famoso SEM (Search engine marketing) o SEO (search engine optimization).
No hubo mucha discrepancia acerca de este tema, pues el idioma principal y prioritario lo identificamos en seguida: el inglés. Bueno, ya que estábamos, y al estar en Europa también habría que considerar el francés y el alemán, que son dos mercados de mucho potencial. De momento, con estos 3 idiomas bastaría para cubrir los mercados de las principales potencias económicas globales como pueden ser Alemania, los Estados Unidos, el Reino Unido, Francia, etc. Lo que resultó más difícil fue encontrar respuesta a nuestras dudas de “¿cuánto se tardaría en traducirla?”, “¿cuánto costaría la traducción?”, “¿quién la traduciría?”, además de, “¿tenemos el catálogo de productos actualizado y podríamos exportar fácilmente cualquiera de los productos?”, “¿habría que revisar y mejorar primero el texto original en español?” y un largo etcétera.
Las cuestiones sobre el “cuánto y quién” fueron las que más furor causaron, y esto era un lunes por la mañana que uno espera pasarlo tranquilito. Es evidente que donde se reúnen unos cuantos directivos florece la creatividad, ¡faltaría más! “Ya que estamos”, empezó Iñaki, socio fundador, “mi primo1 lleva ya 6 meses2 en Estados Unidos estudiando inglés en Miami3 y ¿por qué no preguntarle a él si podría traducir nuestra página web corporativa?” Se produjo entonces un silencio tétrico… muchos tragaron saliva y echaron tímidas miradas al reloj tras esta sugerencia. Otro silencio eterno… hasta que el director de marketing, Juancho, irrumpió: “Ya puestos, yo tengo un amigo que vive en Strassburg4 y seguro que él ya es bilingüe en alemán, ¿por qué no le encargamos la traducción en alemán?”
En fin, es posible que te suenen este tipo de conversaciones, pero en 3Lingua CREATIVE languages no queremos que el contenido de tu página web se convierta en una traba para la expansión de tu negocio más allá de las fronteras geográficas. Nos gustaría destacar la importancia de que sólo un nativo y, siempre preferiblemente, un especialista en la materia de sus productos y servicios ofrecidos debe traducir el contenido de la página, blogs o cualquier documento público.
Un lenguaje que no suene natural y pueda contener errores, bien terminológicos, gramáticos o del uso del idioma, supondrá un impedimento para ese futuro cliente y una razón por la cual optar por otro proveedor. Por el contrario, está demostrado que un lenguaje bien presentado crea confianza y por ende genera y atrae clientes.
Notas
1. O amigo, amiguete o a quien quieras poner, ¿te suena?
2. Un idioma requiere años de estudio y práctica para llegar a un nivel más o menos aceptable.
3. Miami: según Wikipedia, el 66% de la población habla español y el 25% habla inglés. El mejor lugar para mejorar tu inglés, sin duda…
4. “Estrasburgo” se escribe «Strassburg» en alemán. Y ¡qué fallo geográfico!, la ciudad se sitúa en Francia, antaño era alemana. Tanto en cuanto a conocimientos geográficos…
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